Todos poseemos innata capacidad de hacer magia. Tenemos el poder de cambiar la apariencia de las cosas según nuestro deseo. Si aceptamos la idea de multirealidad subjetiva, aceptamos también la no existencia de una única correcta visión del mundo. Otra cosa es que nos de vértigo la inestabilidad y la efimeridad que supone.
Los más ignorantes viven en el mundo de “las cosas como son” y los fenómenos inamovibles. El mundo se vuelve más seguro, sí, pero tu presencia en él se vuelve más pasiva y limitada. Pero imaginad por un momento la infinidad de oportunidades que supone ver las cosas vacías de significado y llenarlas a nuestro criterio.
Un mal día brinda la oportunidad para poder apreciar uno bueno. La suerte es la consecuencia, no la causa de nuestro éxito. Pero su falta no es el fracaso, es una oportunidad de empezar de nuevo. La incertidumbre no es estancamiento, es un abanico de oportunidades ilimitadas. Preguntar no es de ignorantes. Cuestionad las etiquetas. Feo, lejos, mío, correcto, amor, debo, raro etc., están sujetas a las anchuras de mira. Jugad con el mundo a vuestro antojo, pero con una única condición, que gane la felicidad!
Yo no creo en Dios, creo en la suerte (o el destino, el azar, o como más gustes en llamarlo), de modo que la frase esa, “El hombre propone y Dios dispone.”, para mi es “El hombre propone y el azar dispone”. La vida es un puro azar, es más, creo que es lo que rige el cosmos, jajaja…
ResponderEliminar¿Qué si no hace que un vuelo que tomes, llegue a su destino o caiga en medio del océano?, ¿qué si no determina que yo vaya a heredar, o no, un bonito Huntington?
El tema de la muerte no me parece una cuestión de suerte. La pregunta no es si te va tocar o no, es cuando te va a tocar. Y, presuponiendo que todos tenemos la fecha fijada solo que no hayamos sido informados de ello, eliminamos cualquier rastro de azar.
ResponderEliminarLo que pretendo es romper el vehículo entre el éxito y la suerte. El éxito en el amor no es la suerte, es la aplicación de valores correctos a la búsqueda de pareja. Éxito laboral es la consecuencia de un trabajo duro e inteligencia desarrollada. Y así consecutivamente.
De manera que el hecho de recibir una herencia puede ser cuestión de suerte, pero como lo administras y disfrutas es cuestión de esfuerzo y inteligencia.
Pero, por supuesto, cada uno es libre creer en lo que mas le conviene.
Me gusta esa idea de que la gente que vive el mundo de "las cosas como son" tiene un mundo más inamovible y poca cintura. La gente más optimista es la que tiene la capacidad de darle la vuelta a una situación negativa y verla en positivo como una oportunidad. Y eso ayuda a ser más feliz....
ResponderEliminarMuchos nos lo deberíamos recordar más a menudo.
A mi personalmente me vendría de perlas creer que el azar no determina nuestra vida, ¡sería genial!...pero la realidad es demasiado tozuda. Por supuestísimo, que cada cual es libre de creer en lo que más le convenga, pero yo soy hombre de poca fe y necesito pruebas para creer, y a las pruebas me remito.
ResponderEliminarEl esfuerzo, la inteligencia, etcétera, son cosas que indudablemente proporcionan, contribuyen, ayudan, predisponen, facilitan… nuestro éxito personal, laboral o de cualquier índole; pero no lo determinan. Ojalá fuese así; el mundo sería más justo.
Lo he leído infinidad de veces y es tan intenso... que no se por donde abordarlo con eficacia para poder aportar algo más a una idea tan redonda, tan perfecta.
ResponderEliminarEmpezaría con "Las cosas son como son". Y claro, esa es una gran pregunta: "¿Cómo són las cosas?".
La búsqueda de la verdad pura ( a quienes nos interesa )nos hace desconfiar no sólo del punto de vista de otro, sino del nuestro propio. Quizás cotejando muchos puntos nos acerquemos al verdadero centro de la realidad.
Otra cuestión sin embargo es "¿Cómo integramos esos sucesos en nuestro interior?".
Por ejemplo el rechazo de la persona amada puede hacernos cuidar y mimar ese amor para quién lo sepa apreciar, o volvernos viles y buscar devolver en otro el dolor que sufrimos. Caminos opuestos ante un mismo hecho. Crecer o hacernos pequeñitos. Ambos dirían que la causa fue el desamor. Todos conocemos a gente que se dedicó a hacer el mal diciendo: "No me habeis dejado otra opción". Curiosas afirmaciones.
El mundo nos va a brindar un montón de experiencias. Muchas más cuanto mayor sea tu valor, pero en un inmenso % sino por decir en su totalidad, sólo tú decides cómo integrarlas, sólo tú decides si llenar tu corazón de amor y curiosidad, o de resentimiento y miedo. Las experiencias son sólo caricias en el alma, y uno puede pensar si es fascinante ese tacto o "Jo, yo quería que me acariciasen de otra forma, en otro sitio, con otro ritmo...".
Nosotros no repartimos las cartas, pero hasta con la peor mano puedes disfrutar inmensamente de la partida.
Viendo "Avatar" por segunda vez, admiro un poder humano. El poder de la imaginación.
ResponderEliminarQuizás este poder sólo adquiera grandes cotas en gente desdichada.
Sólo ellos desean continuamente trasladarse a otro lugar diferente de su realidad.