viernes, 11 de junio de 2010

Sobre la flexibilidad


El chino es uno de los idiomas más simples, gramáticamente hablando. No hay tiempos, no hay géneros, no hay formas de subjuntivo, no hay artículos. Su complicidad consiste en los tonos. A pesar de que las palabras nunca tienen más de 5 letras, se crea la variedad semántica añadiendo tonos. Son cuatro en total y una misma palabra tiene cuatro significados completamente distintos dependiendo de su posición. Un simple ma, puede significar el caballo y la madre. Así que más vale que te esmeres en la correcta pronunciación si no quieres quedarte sin la cena. 

El tesoro de esta lengua está en su flexibilidad. El orden de las palabras no es fijo en absoluto, se permite cualquier variación. Y esta misma variación añade matices y suplanta la simpleza gramatical. Es allí donde reside la belleza de su poesía. Pero todavía estoy a años luz para percibir una milésima parte de ella. 

La semana pasada les escribí a mis masters hablándoles de los beneficios del deporte y incitándoles a su práctica. Sedentario no es el termino correcto para la vida que llevan, están echando raíces en su despacho. 

Hoy he recibido la lección más grande sobre la flexibilidad. Mis masters han pasado la tarde jugando al bádminton! Ajenos a la ridiculez de sus movimientos entorpecidos por la toga y la falta de práctica, disfrutaban como enanas corriendo detrás del volante. 

La flexibilidad crea la belleza del lenguaje, la poesía, y la belleza de la mente, la sabiduría.

La próxima vez que los miedos, los prejuicios, los debo y que dirán interfieran en la objetiva mirada sobre una propuesta, tendré en la mente la imagen de las monjas budistas jugando al bádminton.

2 comentarios:

  1. Es curioso que mucha gente al verlas pensaría: ¿No les da vergüenza hacer el ridículo?.
    Y realmente me parece muy bello lo que describes.
    Saberse reir de uno mismo me parece una capacidad tan indispensable que debería ser materia de escuela.

    ResponderEliminar
  2. Además... ¿miedo al ridículo? ¿Por qué? Como no hay un "yo" inherente ese miedo carece de sentido. La flexibilidad es la vida misma.
    Muy interesante tu blog, Anna.
    Un cordial saludo y mis mejores deseos en el Dharma.

    ResponderEliminar