Mientras la iglesia católica desvirtúa su imagen corporativa, ya desvirtuada hace tiempo, la verdad, con las recientes críticas a José Saramago, olvidándose de aquello que no se habla mal de los muertos, yo me pregunto, si de nuevo la verdad del mundo ha pisado la verdad absoluta.
Están lejos los tiempos cuando dios creó la humanidad a su imagen y parecer. La criatura ha superado a su creador y ahora lo amolda a él a sus mezquinas existencias. Encajamos al dios en los recipientes de nuestra limitada mentalidad y el deformado Quasimodo nos escusa en nuestro desmoralizado comportamiento.
Hubo tiempos cuando mi aberración por la religión me hacia poner en el mismo cubo la teoría y la práctica, sin discernir las formas del contenido. Pero, si nos fijamos sin prejuicios, la base de todas las religiones es siempre la misma, el amor. Sí, incluso la mas calumniada de todas, la musulmana, habla de la tolerancia, el amor y la compasión y, en uno de los pasajes del Corán, dice claramente que es necesario proteger y amar a los cristianos porque creen en el mismo dios, solo que se han equivocado al interpretarlo.
“Todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado; está fundado en nuestros pensamientos y está hecho de nuestros pensamientos,” –dice el budismo. Yo añadirá que cada religión es el resultado de lo que hemos pensado, está fundada en nuestros pensamientos y está hecha de nuestros pensamientos.
Juzguemos los pensamientos, no las religiones.
Juzguemos los pensamientos, no las religiones.
Dios creó a la humanidad...o la humanidad creó a Dios?
ResponderEliminarEl problema de las religiones, es su institucionalización. Que ya sólo la palabreja asusta.
ResponderEliminarSi se prohibiese esta, se acabaría su mal.