miércoles, 30 de junio de 2010

Porque el budismo

Uno de los mejores chistes sobre el valor de la flexibilidad contado por un budista. 
 
En una reunión de tres creyentes, un católico, un musulmán y un buddhista, salió el tema de la fuerza de la fe de cada uno. Después de una ardua discusión no llegaron a ninguna conclusión y decidieron pasar a la acción. La prueba consistiría en elegir un tejado y saltar al vacío confiando la vida de cada uno en manos de su respectivo dios.
Se acerco al borde el musulmán y, sin mirar, saltó al vacío repitiendo: Alah Alah Alah Alah Alah Alah… y puff, el cráneo aplastado contra el asfalto.
El segundo fue el católico. Hizo la cruz y se precipitó hacia la muerte: Jesús Jesús Jesús Jesús Jesús Jesús … y, de repente, se abrieron las nubes y Jesús se lo llevo al cielo.
Entonces, llegó el turno del budista. Cogió la carrerilla y saltó del tejado: Buda, Buda, Buda, Buda, Buda Buda… pero, viendo el fatal desenlace, cambió precipitadamente: Jesús Jesús Jesús Jesús
La adaptabilidad es el mejor rasgo de esta religión, donde tantas corrientes y divisiones existen.  Hasta encontré un filipino que afirmaba que el budismo le hace mejor católico. Nada es un dogma, se aceptan toda clase de combinaciones, con tal de que la felicidad propia se instale como el paraíso prometido.

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