En uno de los libros de José Antonio Marina venia una distinción que en su tiempo me pareció genial. Se trata de diferenciar entre la inteligencia computacional e inteligencia ejecutiva.
Inteligencia computacional se dedica exclusivamente a recopilar los datos a modo de enciclopedia. Dentro de esta primera también entran los módulos básicos de comportamiento que funcionan por debajo del nivel consiente, como miedo, por ejemplo.
Y a otro nivel esta la inteligencia ejecutiva que se encarga del control y dirección de la primera. Y es esta misma, la que es responsable de adecuar la reacción emocional a cada situación, elegir el comportamiento apropiado, de establecer y cambiar las metas vitales.
Esta distinción permite explicar porque hay ingenieros nucleares que son incapaces de freírse un huevo sin quemarse con el aceite y los analfabetos que llegan a guiar masas.
Dentro del budismo he encontrado una diferenciación parecida. Hacen hincapié en invertir en sabiduría, en vez de en conocimiento.
La acumulación del primero nos hace más inteligentes, la grandeza de la segunda, más felices.
No había oído nunca lo de inteligencia ejecutiva, pero parece muy relacionada con la "archi-manida" inteligencia emocional (Goleman).... está claro que es la que nos permite guiar nuestra vida hacia lo que nos hace más felices...
ResponderEliminarA todo esto.... tengo mucha curiosidad por saber lo que saldrá de tu experiencia Bacolod... hacia dónde dirigirás tu vida, dónde vivirás, qué haras laboralmente, etc.
Ya nos contarás a la vuelta! ;-)
Saludetes,
Xabi
En su momento me entusiasmo el término porque definía un campo en el que me creía experta. Siempre supe que soy inteligente, dominaba todo lo que me proponía pero nunca destacaba en nada. No sabía cómo llamar esta habilidad de saber vivir, hasta que apareció este señor e invento el término.
ResponderEliminarY creo que esta misma habilidad me permitirá disfrutar de cualquier camino que tome mi vida en el futuro.