martes, 3 de agosto de 2010

Ama la acción por la acción misma


Hoy me han leído la mano. Personalmente, encuentro mucho más excitante que me lean la mente que le da a mi futuro un delicioso puntito de estabilidad labrada. Aunque, hecho profesionalmente, llega a ser lo mismo.
Una de las primeras afirmaciones me ha caído como un ladrillo en la cabeza. Nunca has querido, ha soltado la pitonisa con la facilidad de los seres que se mueven en la levedad de las etiquetas sin percatarse de los pesados trasfondos.
Curioso. Desde la experiencia budista llevo aquejada de la ausencia del romanticismo. El análisis y el control de mis sentimientos me hacen inmune a la magia de los suspiros, el hechizo de las apariencias y las órdenes de las hormonas. Pero, puede que, es ahora cuando más sana estoy. Puede que la falta de integridad personal es incompatible con el amor que se confunde con otra cosa nutrida de la soledad, dependencia y falta de la autoestima.
Y si, lo que llamamos amor, con sus atributos indiscutibles como las pasiones desmesuradas, el sufrimiento por ausencia, la posesión, la irracionalidad y dependencia, no lo es en absoluto. Entonces… debo confiar en mi mano y éste está por llegar.

1 comentario:

  1. Sería otra división de ese campo, porque cómo decía alguien a quién conocemos:
    "Sólo libre me puedo dar".

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