Leía una entrevista de Eduardo Puncet y me he topado con esto: “He aprendido muchas cosas de mi enfermedad, un cáncer de pulmón que logré superar. Una de ellas es el despliegue insospechado de altruismo que rebosan los pacientes en las salas de oncología de los hospitales”.
Curioso. Cuando la muerte acecha lo efímero gana el peso ante lo material. Cuando ya no tiene sentido exprimir la felicidad de la tarjeta de crédito, cuando el propio yo está a punto de caducarse, el sentido de la vida se traslada a los demás. El altruismo se instala como la única fuente de la felicidad trascendente.
Hace 2500 años un ser humano excepcional llegó a la misma conclusión. Destrono a la muerte como la única poseedora del valioso conocimiento y, como Prometeo, entregó a los demás el valor de la compasión. No permitamos que la sombra alcance de nuevo el poder de hacernos ver con claridad.
En un libro dice Punset: La felcidiad está en la sala de espera de la felicidad..... lo enfoca más a la felicidad que da la búsqueda de un reto frente a la que da la propia consecución del reto.
ResponderEliminarLo del altruismo.... quizás todos deberíamos sentirlo, pero yo no lo siento así. Me imagino que no es el momento en mi vida....
Lamentablemente,todavía los dramas tienen el monopolio de la enseñanza.
ResponderEliminarEl altruismo suena a grandezas y titulares en los periódicos, pero el altruismo de la vida diaria es mucho más humilde. Arrancar una sonrisa a alguien ya es altruismo.
"La felicidad es lo que ocurre justo antes de la felicidad".
ResponderEliminarCreo que la felicidad es cuando eres capaz de definirla según tu propio criterio
ResponderEliminar"la felicidad es cuando eres capaz de definirla según tu propio criterio"
ResponderEliminarPedazo de definición!! :D