Donde se coloca la humildad respecto a la autoestima?
Hace tiempo pensaba que la humildad era inherente a la falta del amor propio. Que equivocada estaba. La autoestima baja disfraza de la humildad su feroz e improductiva competitividad, engaña con las orejas gachas y el rabo entre las patas. Pero no nos equivoquemos, no es la sumisión, es el miedo ante la fuerza y superioridad, un miedo traicionero que ataca en cualquier momento de la debilidad.
Insisten los budistas en los beneficios de ser el segundo. Pero la humildad del segundo es la consecuencia de haber sido primero el primero, perdonen la redundancia. Solo el amor y reconocimiento propio, una vez alcanzados, nos permiten retroceder y colocarse cómodamente atrás. La autoaceptación prescinde de las comparaciones y del deseo de destacarse, hace ridícula e innecesaria la competencia.
La humildad no es aniquilación de la personalidad de uno, como temía desde mi ignorancia. La humildad es el camino hacia el bienestar permanente, donde estar bien no está condicionado por los factores externos. Es la superioridad de poner la otra mejilla.
"Ni siquiera un dios puede cambiar en derrota la victoria de quien se ha vencido a sí mismo"
"Ni siquiera un dios puede cambiar en derrota la victoria de quien se ha vencido a sí mismo"
Colindando ligeramente con lo que mencionas, hemos hablado a veces de otra cualidad. La de alegrarse en la derrota por la alegría del vencido.
ResponderEliminarY yo aún recuerdo la satisfacción que tuve cuando que me ganaste en buena lid una partida de ajedrez en la playa.
No recuerdo en absoluto la felicidad de ninguna victoria. Y sin embargo recuerdo con ilusión y ternura tu cara de satisfacción mientras encomiaba tu buen juego.
Quién no conoce esa capacidad de alegrarse en la derrota por la ilusión del vencedor, no sabe lo que se pierde.